Asociados de Leather Cluster Barcelona exponen en París y Milán y reivindican la piel como ejemplo de economía circular y moda sostenible
Este mes de septiembre se celebran dos de las ferias más representativas para la industria de la piel en el ámbito de la moda, Première Vision y Lineapelle. Estos dos grandes acontecimientos tienen lugar a dos de las capitales mundiales de la moda: París y Milán.
Un total de diez empresas curtidoras asociadas a Leather Cluster Barcelona tomarán parte exponiendo sus artículos de piel, en estos dos grandes escaparates internacionales donde se dan cita expertos profesionales de moda de todo el mundo que buscan novedades, tendencias y accesorios.
Durante esta semana se celebra en la capital francesa, Première Vision Paris, feria internacional de referencia en el sector de la moda con 900 expositores del mundo entero que participarán de esta edición en formato híbrido, celebrándose una versión digital del 20 al 24 de septiembre y otra presencial del 21 al 23.
Por otro lado, Lineapelle que se celebra en Milán, es una de las ferias internacionales de piel, accesorios y componentes para las industrias del calzado, la marroquinería, la confección y el mobiliario, más antiguas y prestigiosas del mundo. Del 22 al 24 de septiembre en Lineapelle se presentarán las novedades, tendencias, estilos y colores en piel y accesorios de la moda que vendrá.
Estas dos grandes ferias tienen lugar en pleno debate en la sociedad sobre los modelos de producción y el uso de artículos sostenibles en la industria de la moda. En este sentido, uno de los objetivos globales para proteger el planeta de la Organización de las Naciones Unidas, es la producción y el consumo responsables. La ONU, en su 12.º Objetivo de Desarrollo Sostenible hace un llamamiento a los gobiernos, al sector privado y a la sociedad, para aumentar la eficiencia de los recursos para la preservación medioambiental, promoviendo estilos de consumo más sostenibles.
El modelo actual de moda, basado en el fast fashion, está ligado a un hiperconsumo que comporta importantes consecuencias medioambientales. En este contexto, la piel se reivindica como ejemplo de economía circular y moda sostenible para reducir los impactos negativos que el fast fashion genera.
La piel es un residuo consecuencia del consumo de carne, fuente principal de proteína en todo el mundo. La industria de la piel recupera y recicla este residuo del sector de la alimentación para que se pueda reutilizar como nueva materia prima. El proceso de curtición da una segunda vida a las pieles de los animales y las revaloriza en productos útiles a la sociedad.
La industria de la piel contribuye al consumo responsable y sostenible, revalorizando un residuo para producir bienes de consumo duraderos: un artículo de piel puede durar toda la vida. En este sentido, la piel es un material duradero y atemporal que se puede usar durante muchos años, es por lo tanto, un bien que contribuye a la reducción del consumismo. En contraposición al fast fashion, un modelo de negocio basado en crear productos de usar y tirar, en gran parte representado por los materiales sintéticos que quieren imitar la piel, hechos a partir de plástico, elaborados pues a partir de compuestos derivados del petróleo, un recurso natural limitado, que más allá del impacto medioambiental negativo durante su proceso de producción, es costoso y complicado de reciclar y tiene una biodegradabilidad muy mala.